La rutina de la vida moderna nos empuja a vivir a toda
prisa, durmiendo poco, alimentándonos mal y dependiendo de café, o bocadillos
altos en azúcar que nos llevan en una montaña rusa donde cada vez que sentimos
que se nos acaban las baterías, aspiramos alguno de éstos para impulsar nuestra
energía y poder seguir adelante. Pero al final del día terminamos explotados,
con la mente nublada, intolerantes, sin ánimo para compartir con los nuestros,
y al día siguiente, es tan difícil despertar, que iniciamos de nuevo el ciclo del
café y la tostada para seguir impulsándonos al extremo.
- El café es exquisito, pero te da una falsa sensación de energía para después sentirte totalmente agotado. Reduce la cantidad o elimínalo por completo, aumentarás grandemente tus reservas de energía.
- Sustituye las galletas y bizcochitos por sabores dulces suaves como frutas, batata, cebolla asada, remolacha y endulza con miel de abeja o stevia.
- Bebe más agua, la falta de energía puede indicar deshidratación.
- Aumenta la cantidad de hojas verde oscuro en tus alimentos diarios: brócoli, repollo bokchoi, arúgula, etc.
- Descansa más, la falta de descanso sólo trae desbalance a tu salud.
- Elimina de tu dieta los alimentos que no te hacen bien.
- Separa tiempo de calidad para tí y los tuyos .
- Identifica cuales nutrientes están deficientes en tu
cuerpo, muchas veces lo que tu cuerpo necesita es un poco de magnesio, vitamina
C u otro nutriente para poder seguir adelante, hay estudios de laboratorio que
te ayudarán a identificar tus deficiencias y determinar la cantidad de
suplementos que necesitas.
Para información adicional favor de comunicarse con Rocío E. López Félix, M.D. y Coach en nutrición y salud holística al 787-743-8583 ó a medwellnessclinic@gmail.com
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